Por Lic. Claudia Armesto*
Celebro el Día Internacional de la Mujer, con esta propuesta de reflexionar sobre el rol de la mujer en las tecnologías de comunicación y cómo repensar una comunicación sin estereotipos.
Hoy más que nunca, las telecomunicaciones son una necesidad, al punto de que, el acceso a Internet es reconocido por las Naciones Unidas como un derecho humano, que contribuye con el disfrute de otros derechos como la igualdad, la libertad, la seguridad, la diversidad y la justicia social. La tecnología no sólo puede reducir la desigualdad entre hombres y mujeres, sino que, además, la participación de las mujeres en tecnología puede acelerar el proceso para alcanzar un mundo más igualitario y un desarrollo sostenible.
Los medios de comunicación desempeñan una función esencial en la difusión de la voz y la situación de las mujeres y pueden llamar la atención sobre problemas claves. Pero, dado que las mujeres sólo ocupan el 27 por ciento de los puestos de alta dirección en organizaciones de medios de comunicación, dato suministrado por ONU Mujeres, hay un trabajo enorme por delante.
Soy comunicadora social, hace más de 20 años trabajo en comunicación, y me especialicé en el mercado de real estate y construcción, cree mi consultora a los 28 años desde una mirada inclusiva en búsqueda de una transformación cultural. En Empatía Comunidad el cien por ciento es personal femenino, más allá de tener socios estratégicos masculinos, nuestra apuesta siempre estuvo en darle a las mujeres la oportunidad principal en el ámbito laboral.
Esta pandemia me hizo dar un paso más a crear un medio digital focalizado para el mercado de real estate, hay mucho para hacer y crear juntos, esta vez comparto mi liderazgo con un socio masculino, pero con una perspectiva superadora en cuestión de género, a quién admiro y aprendo muchísimo.
Sigamos reflexionando, no es sorprendente que todavía las películas, los libros, los periódicos, los podcasts y otros potentes canales sigan estando dominados por historias, perspectivas y narrativas masculinas, escritas, producidas y protagonizadas por hombres.
En mi opinión, vamos hacia el fin de los estereotipos, ya es obsoleto, necesitamos más profesionales orgánicos parafraseando a Gramsci que se comprometan en comunicar de otra manera en todos los ámbitos. Como nota de color juego al fútbol hace unos tres años, tuve que derribar en mi la imagen que solo las mujeres podemos jugar al tenis o al jockey, y pude superar ese prejuicio social, me costó, pero feliz de haberlo hecho. Tengo un hijo de siete años que juega conmigo a pases, con esa sencilla práctica juntos le enseño que en el deporte no existen los estereotipos, igual que en otros ámbitos. Tenemos un largo trayecto para reeducarnos y adaptarnos a nuevas maneras de comunicar y comunicarnos, espero que pueda llegar a verlo en un futuro próximo.
Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), un estereotipo de género “es una opinión o prejuicio generalizado acerca de atributos o características que hombres y mujeres poseen o deberían poseer o de las funciones sociales que ambos desempeñan o deberían desempeñar”. Un estereotipo de género, por tanto, es nocivo cuando limita la capacidad de hombres y mujeres para desarrollar sus facultades personales, realizar una carrera profesional y tomar decisiones acerca de sus vidas y sus proyectos vitales.
Los resultados de un análisis de películas populares realizado por ONU Mujeres junto a la Fundación Rockefeller presentaron el primer estudio internacional sobre imágenes de género en películas del mundo entero, efectuado en 11 países, y revelaron que el 31 por ciento de los papeles con diálogo corresponden a mujeres y que únicamente el 23 por ciento de las películas tienen a una mujer como protagonista, un porcentaje que refleja casi a la perfección la proporción de mujeres cineastas (21 por ciento). Las representaciones de las mujeres suelen corresponder a personajes sin matices u objetos sexuales, tal y como se las ve desde una perspectiva masculina.
En los medios de noticias, sólo el 24 por ciento de las personas sobre las que leemos, oímos hablar o vemos en los periódicos, la radio o la televisión son mujeres. En la cobertura mundial de prensa sobre la COVID-19, apenas una de cada cinco fuentes especializadas consultadas ha sido una mujer.
Urge la necesidad de que haya más mujeres líderes en los medios de comunicación y la industria del espectáculo, en la industria de publicidad, para poner fin a la infrarrepresentación y las imágenes estereotipadas de las mujeres. Si bien el año pasado participe de una conferencia que organizó el Consejo Publicitario Argentino sobre “Comunicación sin estereotipos” que fue muy enriquecedora, estamos recién en la primera fase de llegar a generar un cambio de rumbo en la comunicación.
Estas son 7 formas en las que podemos colaborar a que las mujeres crezcan en el liderazgo en los medios de comunicación:
- Denunciar los estereotipos y la infrarrepresentación de las mujeres en los medios de comunicación y la industria del espectáculo cuando los veamos.
- Consumir medios creados por mujeres y sobre mujeres.
- Demandar una representación igualitaria y diversa en pantalla y detrás de las cámaras.
- Leer, ver y escuchar historias sobre igualdad de género y demandar más.
- Usar activamente las plataformas en línea como altavoz para las mujeres y posicionarse contra la violencia y el acoso a las mujeres creadoras.
- Creer en nosotras mismas, y dar la oportunidad a otras mujeres a que desarrollen sus capacidades desde el lugar que nos toque.
- Ser empáticas con otras mujeres y fortalecer los lazos para potenciar la labor de la mujer en el liderazgo.
*Licenciada en Comunicación Social orientada a Procesos educativos y comunicación. Investigadora Social UBA. Creadora del concepto “Organizaciones 5D”. Especializada en Transformación digital y cultural. Founder de @empatiacomunidad l Co-Founder de @realestatedataweb https://linktr.ee/ClaudiaArmesto