Pensar ciudades inteligentes, diversas y con perspectiva de género

Planificar el desarrollo de las ciudades es fundamental, teniendo en cuenta el diseño de los espacios urbanos con una mirada de género y con foco en la integración de la diversidad.

*Por Lic. Claudia Armesto

Los desafíos habitacionales, ambientales y económicos son la vivencia diaria de aquello que señalan los datos: desde 2007, la población urbana supera la rural y se estima que, para 2050, el 70% de la población mundial vivirá en la ciudad. En América Latina, ese pronóstico se eleva al 85,9% (ONU). En el panorama global no se debe perder de vista que el 49,5% de la población mundial está conformado por mujeres. Se estima que 1.000 millones de personas —15 por ciento de la población mundial— padece algún tipo de discapacidad, de acuerdo con la OMS.

El desafío de la planificación urbana y de la participación ciudadana necesariamente debe cruzarse con el de la perspectiva de género y la integración. El foco puesto en las personas y la tecnología incorporada a una gestión estratégica abren numerosas posibilidades de lograrlo. 

Bien sabemos que la tecnología atraviesa en mayor medida nuestras vidas. ¿Quién desarrolla las soluciones que organizan nuestra cotidianeidad en las ciudades? ¿A qué población se tiene en cuenta cuando se las diseña? Solo basta mirar las señalizaciones que hacen referencia a cuerpos masculinos -nos devela Lucía Bellocchio, influencer en smart cities-, como también nos interpela “los cambiadores para bebés únicamente en baños para el género femenino y la falta de alumbrado público como dispositivo elemental de seguridad para comprobar que la experiencia de las mujeres suele quedar relegada en la planificación urbana, así como la de otras identidades y minorías.”

Las ciudades, sin duda, deben convertirse en lugares accesibles, inclusivos, diversos, sostenibles y seguros. Las llamadas ciudades inteligentes –smart cities– vienen a proponer distintos modos de responder esos interrogantes. Lo que las hace “inteligentes” es precisamente poner en el centro a las personas e integrar la tecnología a la gestión urbana. El objetivo es transformar las ciudades en espacios innovadores, colaborativos y participativos para mejorar la vida de quienes las habitan. 

Además de utilizar datos para ajustarse a las demandas de la población y de promover la alfabetización digital de las personas, las ciudades inteligentes deben incluir la perspectiva de género entre las dimensiones ineludibles para generar entornos que garanticen el derecho a la ciudad a “todas” las personas. Esto abarca desde aspectos como la movilidad, la seguridad y la accesibilidad hasta el uso de los espacios públicos.

Tornar a las ciudades más seguras y mejorar los espacios públicos para todos los habitantes es otra área donde ONU-HABITAT promueve las mejores prácticas y la responsabilidad gubernamental. El foco principal se centra en la mejora de la seguridad urbana para los grupos vulnerables y no privilegiados, incluyendo a las mujeres. 

En un estudio (CEPALGIZ 202022) elaborado por Shreya Kumra, oficial asociada de asuntos económicos, división de asuntos de género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre “Ciudades Sostenibles, inclusivas e inteligentes, con enfoque de género: Perspectiva desde la CEPAL en escenarios cambiantes”, se sostiene que la planificación urbana no reconoce las necesidades de las mujeres y las mujeres tienen baja representación en la planificación urbana. Que el diseño y sus instalaciones de transporte urbano ignoran sus necesidades e intereses, además, que los patrones de movilidad y acceso a movilidad entre hombres y mujeres es diferente. En cuanto a la percepción de seguridad (espacio público y movilidad) es distinta entre mujeres y hombres.

La inclusión de las mujeres entre quienes piensan las problemáticas sociales de los centros urbanos y gestionan las ciudades permite expandir las perspectivas sobre los temas a resolver y contemplar necesidades de poblaciones que no suelen ser tenidas en cuenta. En Bogotá, por ejemplo, la alcaldesa Claudia López desarrolló la Política Pública de la Bicicleta que tiene entre sus principales objetivos garantizar una mayor participación de las mujeres en el uso de este tipo de movilidad, ya que representan solo el 24% de los viajes diarios en bici. De igual manera, vale observar de cerca la gestión de alcaldesas como Anne Hidalgo (París) y Ada Colau (Barcelona), que además de ser ciudades referencia en materia de smart city vienen poniendo foco en la “visión de ciudad con perspectiva de género”.

A paso lento pero firme, comienzan a materializarse algunas señales de cambio. Que las mujeres integren la mitad de la población no es meramente un dato estadístico, es uno de los sobrados indicadores y motivos para que su participación en los grupos de personas que toman decisiones y en la población destinataria de las soluciones sea un tema prioritario en la agenda global. En eso estamos todas las mujeres que nos comprometemos en visibilizar las necesidades de nuestro género sin discriminar a nadie, sino integrar aún más; es el objetivo primordial.

Por eso, pusimos nuestra atención en la última presentación realizada en la embajada Argentina en Roma sobre “Ciudades inteligentes y con perspectiva de género” de Lucía Bellocchio, joven referente en smart cities. Lucía es argentina de nacimiento y ciudadana global por elección. Directora de la Diplomatura en Smart Cities de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral (Argentina). Miembro del Comité de Asesoramiento de la Legislatura de la CABA para el Fondo de Desarrollo Urbano Sostenible. Elegida una de las 10 smart cities influencer y finalista del Globant Awards Women that Builds. Fundadora de Trend Smart Cities, que se creó en el 2019 con el objetivo de ayudar a transformar las ciudades en entornos más inteligentes, sostenibles y humanos.

En nuestra entrevista exclusiva le preguntamos sobre su perspectiva y visión.

¿Qué son las ciudades inteligentes con perspectiva de género? 

Lucía: Aquellas que colocan a las personas en el centro de desarrollo, usando un mindset innovador y digital para mejorar la calidad de vida de las personas, haciendo foco en garantizar que el diseño y planificación priorice el uso y experiencia de las mujeres en la ciudad.

¿Qué te motivó a visibilizar esta temática? 

Lucía: Como mujer, siempre supe que el uso y experiencia que nosotras hacemos de la ciudad no es la misma que la que hacen, por ejemplo, los hombres. Amo ‘caminar’ las ciudades pero no siempre me he sentido segura de hacerlo con libertad. Me encanta andar en bicicleta, pero muchas veces he elegido recorridos más largos priorizando que estén iluminados o haya gente para sentirme más segura. Cuando fui mamá me vi varias veces imposibilitada de acceder al transporte público o algunos edificios porque no tenían accesibilidad para cochecitos (eternas escaleras imposibles de subir cargando un bebé).

Trabajando bajo el enfoque smart city me di cuenta que la tecnología es una herramienta valiosa para manejar mejor los datos de la ciudad (ej., poder elegir un auto compartido más grande donde entre un cochecito, o ver las estaciones del metro que tienen ascensor) y que nos puede permitir darle, de ahora en adelante, un nuevo rumbo a las ciudades; más inclusivo y más diverso porque eso no solo beneficia a las mujeres, sino a TODOS.

¿Qué es lo que se podría cambiar en las ciudades a corto y mediano plazo, y qué a largo plazo, desde esta perspectiva?

Lucía: Debemos comenzar por tener miradas diversas e interdisciplinarias en los proyectos urbanos en el corto plazo, claro que escuchando a las mujeres -de diferentes edades y en diferentes etapas de la vida- pero también escuchando la voz de niños y niñas, de adultos mayores, personas con necesidades especiales, minorías, porque ello luego trae un efecto en el mediano y largo plazo. Las ‘ciudades del futuro’ que tanto anhelamos las empezamos a construir hoy y serán un reflejo de la sociedad y los espacios que hoy estamos construyendo.

¿Cuál es su visión sobre el ecosistema urbano?  *(algún ejemplo que tenga como ideal, de alguna ciudad) ¿Cuál es su visión sobre el ecosistema urbano de Buenos Aires? *(qué replanteos habría que hacerse, mejoras, expectativas a futuro)

Lucía: Tuve la oportunidad de vivir en 6 países diferentes. Polonia fue uno de ellos, y su capital Varsovia es un lindo ejemplo de un diseño urbano y un transporte público accesible. Vivo ahora en Londres (UK), una ciudad vieja pero en continuo movimiento y centro de grandes tendencias y es interesante ver como todos los nuevos proyectos urbanos que surgen son diversos y multiculturales desde sus inicios, es decir, abrazan la diversidad de diferentes perspectivas, usos y experiencias.

¿Creés que este nuevo diseño de ciudades puede darse?  

Lucía: Claro que sí. Pero no es solo ‘creer’, hay que trabajar para incorporar esta mirada en el ‘hacer ciudad’. Quienes toman decisiones deben estar atentos a que sus equipos se conformen de esta manera. Quienes desarrollan proyectos urbanos deben tener el tema presente. Quienes desarrollan tecnologías con impacto en lo urbano (sea una app de movilidad, una app para el gobierno o una app de gestión interna de un edificio) también, para que las soluciones no reproduzcan estereotipos y ofrezcan mejores soluciones para las diferentes necesidades y los diferentes usos que hacemos de los espacios.

¿Qué características primordiales debe tener una ciudad con perspectiva de género?

Lucía: La primera característica: diversidad desde el diseño, para planificar desde una perspectiva inclusiva, en los equipos así como en las personas destinatarias de los proyectos urbanos o de los usos de los espacios que los proyectos impacten. Y la segunda, accesibilidad, para pensar en las formas en que las mujeres pueden hacer uso y qué tipo de uso.

¿El contexto cultural/económico/social/político influye en el diseño de las ciudades? 

Lucía: Claro. El contexto establece prioridades, pero también es la decisión y convicción de quienes están en espacios de decisión de colocar estos temas en la agenda para establecer un nuevo abordaje en la forma de ver y trabajar en la forma de hacer ciudad, y así comenzar a cambiar la forma en que se abordan proyectos con impactos urbanos.

¿Qué innovaciones harías en los proyectos residenciales de edificios desde esta perspectiva? (¿y en otros?)

Lucía: Incorporar un mejor estudio y análisis de las necesidades o deseos de quienes residen en ellos. Conformar equipos donde se garantice la diversidad de miradas y enfoques. El uso de tecnología para recabar datos históricos e inclusive hacer predicciones para preparar los edificios para nuevas tendencias y/o necesidades futuras. Y como último, contar con espacios que den flexibilidad de usos para que puedan dar respuestas a futuras soluciones no previstas desde el inicio.

Con respecto a las tendencias mundiales: ¿qué factores influyen para que se logre una ciudad más consciente y empática con todos los habitantes?

Lucía: 1Diseñar ciudades para las personas y no para los autos. Algo que parece una obviedad pero que por mucho tiempo se ha dejado a un lado invirtiendo en infraestructura vial y/o dando facilidades para acceder a un automóvil.

2. Conciencia ambiental. El enfoque de la sostenibilidad hoy debe estar presente en cualquier tipo de proyecto para que podamos garantizar un mejor futuro urbano.

3. Inclusión. Proyectos urbanos que incluyan a todos. La tecnología hoy permite tener información y datos que permiten personalizar las diferentes soluciones para que no se deje a nadie afuera y los espacios puedan así ser diseñados, planificados y usados por todos.

¿Creés que habrá resistencia al cambio de las ciudades desde una perspectiva de género? 

Lucía: Suele generar resistencia, mucho más cuando se cuestionan ciertos status quo. Por ello, es necesario primero visibilizar la necesidad para poder trabajar en ella. Debemos comprender que no da lo mismo la forma en que moldeamos las ciudades, pues ellas después nos moldean a nosotros, que las ciudades deben dejar de reproducir estereotipos de género (por ej. cambiadores de bebes solo en baños femeninos), y que hoy tenemos herramientas como la tecnología que no solo nos permiten hacernos escuchar y participar en la toma de decisiones de nuestra ciudades, sino que también a través de ella podemos moldear las ciudades y en ese sentido es maravilloso ver como cada vez más y más mujeres en tecnología están pensando soluciones digitales que resuelven diferentes problemas urbanos: como movilidad, reciclaje, educación, etc.

Lic. Claudia Armesto*: Licenciada en Comunicación Social orientada a Procesos educativos y comunicación. Investigadora Social UBA. Creadora del concepto “Organizaciones 5D”. Especializada en Transformación digital y cultural, Sustentabilidad, Innovación y Real Estate. Founder de @empatiacomunidad https://linktr.ee/ClaudiaArmesto

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