Por Claudia Armesto
Estoy profundamente interesada en estudiar cómo las ciudades pueden transformarse en espacios más empáticos y dinámicos. Esta curiosidad me ha llevado a observar cómo la interacción entre ciudades puede reflejar la actividad empática, y he descubierto que el éxito de muchas ciudades depende no solo de sistemas eficientes, sino también de la empatía de sus habitantes. He desarrollado una metodología que combina estos dos aspectos esenciales: Sistemas y Empatía. Esta matriz de análisis se adapta perfectamente para convertir nuestras ciudades en “ciudades empáticas”, es decir, en entornos dinámicos, resilientes e inclusivos.
La Combinación entre Sistemas y Empatía
- Sistemas Urbanos: Para que una ciudad funcione de manera óptima, es crucial que sus sistemas operen eficientemente. Los sistemas urbanos abarcan una variedad de componentes:
- Infraestructura de Transporte: Redes de trenes, autobuses, metros y carreteras. Un sistema de transporte eficiente facilita la movilidad de los ciudadanos y la conexión entre diferentes partes de la ciudad.
- Servicios Públicos: Suministro de agua, electricidad, gas y gestión de residuos. La calidad y fiabilidad de estos servicios son fundamentales para el bienestar diario de los habitantes.
- Espacios Públicos: Parques, plazas y áreas recreativas que contribuyen a la calidad de vida y la cohesión social.
- Señalética y Comunicación: Señales de tráfico, información pública y sistemas de comunicación de emergencia. La señalética clara es esencial para la seguridad y orientación de los ciudadanos.
- Sistemas de Salud y Seguridad: Acceso a hospitales, clínicas, servicios de emergencia y cuerpos de seguridad, con capacidad de respuesta ante delitos y accidentes.
- Planificación Urbana: Diseño y organización del uso del suelo, asegurando la integración armoniosa de áreas residenciales, comerciales e industriales.
Estos sistemas aseguran que los servicios urbanos funcionen adecuadamente y contribuyen a la sostenibilidad ambiental, social y económica. Cuanto más grande y compleja es una ciudad, más importante es que estos sistemas operen de manera integrada y eficiente.
- Empatía Comunitaria: Sin embargo, los sistemas por sí solos no garantizan una comunidad cohesionada e innovadora. La empatía, entendida como la capacidad de conectar con personas diferentes, encontrar puntos en común y compartir experiencias, es fundamental. Una ciudad exitosa es aquella donde los sistemas funcionan para todos y la población se relaciona a través de la cooperación y la búsqueda del bien común. La cultura creativa y emprendedora florece en ciudades donde existe una alta dosis de empatía, como se vio en Londres durante las Olimpíadas de 2012, donde 70,000 voluntarios crearon una atmósfera de amistad y armonía.
Indicadores para Medir la Empatía Urbana
Inteligencia Emocional en el Contexto Urbano: Adaptando el modelo de Daniel Goleman sobre inteligencia emocional, en un contexto urbano esto se traduce en la capacidad de atraer y retener talento, valorar la economía creativa y promover la inclusividad.
Medición de Conductas Empáticas: Analizar indicadores como confianza recíproca, solidaridad, voluntariado y altruismo puede ofrecer una visión sobre el grado de empatía en una ciudad:
- World Giving Index: Publicado anualmente por Charities Aid Foundation (CAF), ofrece una perspectiva sobre conductas empáticas en diferentes países. Guatemala, por ejemplo, ha destacado en este índice, proporcionando una base para adaptar la medición de empatía a ciudades argentinas.
- Índice de Voluntariado y Donaciones: Medir la participación en actividades de voluntariado y donaciones filantrópicas proporciona una visión sobre el grado de solidaridad en una ciudad.
- Encuestas de Satisfacción y Confianza: Evaluar la satisfacción de los ciudadanos con los servicios urbanos y su percepción de la empatía en la comunidad.
Metodología de Análisis de la Empatía: En la consultora utilizamos una metodología basada en cinco dimensiones: Persona, Tecnología, Comunidad, Globalidad y Cambio. Esta metodología puede adaptarse para evaluar la empatía en ciudades mediante la evaluación de:
- Persona: La capacidad de los ciudadanos para conectar y colaborar, y medir fenómenos como migración y retención de talentos.
- Tecnología: Cómo la tecnología facilita la comunicación y conexión entre habitantes.
- Comunidad: La cohesión social y participación en actividades comunitarias.
- Globalidad: La integración y apertura hacia influencias y culturas globales.
- Cambio: La adaptabilidad de la ciudad ante desafíos y cambios emergentes.
Adaptación a Ciudades Argentinas: Para adaptar estos indicadores a las ciudades argentinas, es crucial considerar el contexto local. Implementar encuestas locales, analizar datos de participación comunitaria y observar el impacto de políticas públicas en la cohesión social proporcionará una visión más completa de la empatía urbana.
La combinación de sistemas eficientes y una alta dosis de empatía es esencial para el éxito de cualquier ciudad. Mientras que los sistemas aseguran el funcionamiento adecuado de los servicios urbanos, la empatía promueve una comunidad dinámica, resiliente, inclusiva e innovadora. Medir la empatía de una ciudad es un desafío, pero es un paso crucial para crear entornos urbanos más positivos y resilientes.
Claudia Armesto: Licenciada en Comunicación Social orientada a Procesos educativos y comunicación. Presidente de Empatía Comunidad, consultora de comunicación estratégica. Especializada en Comunicación efectiva y empática, Transformación digital y cultural, Sustentabilidad, Innovación y Real Estate. Cuenta con una trayectoria de 28 años en el mercado de comunicación. Desempeña su profesión como comunicóloga, periodista, docente, formadora y mentora digital y cultural. Tejedora social con foco en los ODS. Autora del libro: ¿Cómo construir organizaciones empáticas?
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